La peluquería canina no sólo implica el baño, el corte de pelo o deslanado de turno para tener a nuestra mascota limpia, fresca y bonita, sino también supone higiene y mantenimiento a otros niveles como pueda ser de oídos, ojos, uñas… En esta ocasión hablaremos de una zona que se menciona poco, las plantas de nuestros peludos. La higiene plantar consiste básicamente en despejar de excesivo pelo existente entre las almohadillas, así como la inspección minuciosa de éstas… ¿los motivos?

Inquilinos indeseados: revisando las almohadillas en ocasiones nos podemos encontrar espigas molestas o incluso clavadas y ¿cómo no? ¡Garrapatas!

Manteniendo los plantares mínimamente limpios se evitará en gran medida que estos “inquilinos” se enganchen fácilmente, pero recordad, con el tema de las garrapatas, el uso de collares y pipetas es crucial.

Sudor: los perros “sudan”, no como nosotros, pero tienen su propia manera de refrescar el cuerpo, la mayoría como sabréis, mediante el jadeo pero también mediante glándulas sudoríparas localizadas en los cojinetes plantares, por ello es importante tener la zona sin exceso de pelo para que nuestro perro pueda regular su temperatura corporal.

Dermatitis: por lo general si la piel no respira, es más propensa a sufrir problemas. La dermatitis en los plantares en muchas ocasiones, es una situación tipo “pescadilla que se muerde la cola” porque ocasiona mucho picor e incomodidad que los peludos tratan de solucionar lamiéndose, esto a su vez provoca más irritación y picores… provocando un circulo vicioso donde la zona plantar acaba inflamada, irritada, con heridas… en cualquier caso, nuestras veterinarias deberán tratarlo.

Resumiendo, la peluquería canina, no sólo se encarga de la parte estética, en cada sesión se revisa minuciosamente a vuestra mascota, se os hace saber cualquier problema encontrado y las veterinarias se encargaran de tratarlo, el bienestar de vuestra mascota es una prioridad.